El cuento de la criada
- irisserram
- 3 oct 2020
- 3 Min. de lectura

por Margaret Atwood (titulo original : The Handmaid's Tale)
Es una novela distópica, es decir, una sociedad ficticia indeseable a sí misma. Esta anti-utopía fue publicada en 1985 y nos invita a reflexionar sobre lo que puede ocurrir, lo que cambia de repente, aunque nos da a entender que nada sucede así: de repente.
Atwood crea a la protagonista Defred (nombre original OffFred, que se traduciría a "de Fred o en posesión de Fred), la que nos narra la opresión en primera persona, donde ella misma, además de perder su nombre y pasar a ser propiedad de otra persona -en este caso el comandante Fred y su esposa-, pierde su trabajo y sus derechos como mujer en una sociedad en la cual el único objetivo de la mujer se reduce a la procreación, siendo así tratada como un objeto.
La trama sucede en la república de Gilead, creada después de la disminución de las tasas de natalidad por culpa de la contaminación, donde todas las Criadas son vientres gestantes y obligadas a mantener relaciones sexuales con el Comandante mientras la esposa de éste la sujeta, para así cumplir con su misión. A parte de Criadas, también encontramos otros roles para las mujeres, como las Marthas (cocineras, limpiadoras) o las Tías (adiestradoras de las Criadas). La protagonista Defred, nos cuenta su intento fallido de escapar de Gilead antes de ser capturada, y sus recuerdos de su esposo Luke y su hija, a quienes le arrebataron para poder reclutarla como criada.
Cada mujer viste de un color diferente para así ser diferenciadas: las Criadas de rojo, las Marthas de verde, las esposas de azul y las Tías de marrón. No tienen escapatoria, no tienen elección, no tienen libertad.
La lectura es prohibida para la mujer, también la comunicación entre ellas: nunca pueden hablar mucho entre ellas y ni siquiera mirarse a la cara, por eso llevan tocas blancas que no les permiten mirar alrededor. Viven en un sistema patriarcal en el que algunas inventan códigos como "May Day" para saber de qué bando están. Esto me transportó a la situación actual que estamos viviendo en todo el mundo por la crisis del Coronavirus y la creación de los bandos: ¿eres de los que está a favor de la mascarilla y encerrarse en casa o de los que prefiere continuar su vida sin tenerle miedo al virus, sino precaución?
En mi opinión, la autora hace una crítica social y un alegato feminista en una sociedad patriarcal donde los hombres tienen el máximo poder y las mujeres única y exclusivamente el de satisfacer a estos últimos. En un momento del libro la protagonista acude al médico y éste le confiesa que su Comandante es estéril y le propone que mantenga relaciones sexuales con él para así poder llevar un hijo a la casa. En este momento, la Criada duda de si la información es verdad - ni la sociedad acepta este fallo biológico en los hombres, toda la culpa recae en las mujeres- o si lo hace solo por placer.
Quiero compartir contigo algunas de las citas que anoté del libro, y espero que te den tantas ganas de leerlo como a mi me dieron de reflexionar después:
“Qué poco tiempo han tardado en cambiar nuestra mentalidad con respecto a esta clase de cosas. Yo solía vestirme así,eso era libertad.”
“Lo normal , decía Tía Lydia, tal vez ahora no os parezca normal, pero dentro de un tiempo os acostumbrares y entonces será normal.” ¡Anda! Qué casualidad... Y en el 2020 inventan el término "nueva normalidad" el cual me niego a usar.
“Pensábamos que teníamos problemas. ¿Cómo íbamos a saber que éramos felices?”
“Ya estábamos perdiendo el gusto por la libertad. Nos parecía que estas paredes eran seguras.” Fíjate tú igual que en Marzo a la mayoría de la población le parecía estar seguro encerrado en casa.
“Es injusto, dijo una mujer, aunque sin convicción. ¿Qué era lo que nos hacía sentir como si nos lo mereciéramos?”
“Nadie quería que lo denunciaran por deslealtad”
“Les hemos dado [a las mujeres] más de lo que les hemos quitado, dijo el Comandante”
“No podemos crear amistades ni lealtades entre nosotras”
“No es una de las nuestras, pero sabe”
“Fue entonces cuando suspendieron la Constitución, dijeron que seria algo transitorio. Ni siquiera había que disturbios callejeros. Por la noche la gente se quedaba en casa viendo televisión y esperando instrucciones. No existía un enemigo al cual denunciar”.
“Se instauró la censura para la prensa y hasta se cerraron algunos periódicos aduciendo razones de seguridad.”
“Aparecieron controles de identidad, todo el mundo lo aprobó, dado que era obvio que ninguna precaución resultaba excesiva”
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