top of page
Buscar

El gato que amaba los libros






















El gato que amaba los libros. (2022) Sosuke Natsukawa

La novela cuenta la historia de Rentaro, un joven huérfano que también pierde a su abuelo y hereda su librería. También heredó de su abuelo la pasión por los libros, en especial los clásicos y de difícil lectura. Un día, se le aparece Tena, un enigmático gato que le propone unas cuantas misiones: ir a un mundo paralelo -como Alicia en el País de las Maravillas- para “liberar” a unos personajes y así, salvar los libros. 


“Quizá el poder de los libros radica en que nos enseñan a entender los sentimientos ajenos.”


A pesar de ser aclamado un Best Seller y uno de los libros japoneses mayor traducidos, tengo que admitir que no me entusiasmó. A veces me costaba sumergirme en la trama. Es verdad que, el autor describe y narra la historia sin apenas repetir palabras, es una obra rica en léxico y descripciones. No obstante, me ha parecido un poco lenta y para mí, carece de magia al ser una trama tan repetitiva: el gato se le aparece cuatro veces para que Rentaro le ayude en cuatro laberintos diferentes. 


En conclusión, es la epopeya del protagonista y el autor ha querido embellecer tanto el significado de los libros y su magia que a mí, en eso, me ha fallado. En teoría Rentaro tenía que salvar los libros que estaban en peligro pero al final es todo un enredo y por eso no me ha gustado tanto. Pero, aquí te comparto algunas de las citas de la novela: 


"Sus palabras rezumaban locura, pero no había que tomarlas a broma y desdeñarlas con una carcajada porque también entrañaba una aguda inteligencia. Quizá fuera la agudeza de la verdad."


"Perderse muchas cosas de la vida por ir demasiado deprisa es propio del ser humano. Si coges un tren llegarás más lejos, pero te equivocas si crees que así aumentará tu conocimiento. Quien camina con pasos despreocupados por su propio pie ve las flores que bordean el camino y los pájaros posados en las copas de los árboles."


"Mostrarse considerado con los demás no es dedicar al que sufre unas palabritas compasivas con voz melosa. Es compartir la preocupación de quien está preocupado, sufrir con él y, en ocasiones, caminar a su lado."


"Las personas suelen perder la capacidad de empatizar con el prójimo porque están inmersas en su estresante rutina diaria y sumidas en sus propios asuntos, de manera que no tienen consideración por los demás, no perciben su sufrimiento. Y, llegados a ese punto, ya no les importa mentir, herir a quien sea o pisotear a los más débiles. El mundo está llenándose de personas así."


“Con la lógica de quien pretende que conoce el mundo y a la vez es consciente de sus propias limitaciones, estaba proporcionándose argumentos que eran simples excusas para mantener bajo control los sentimientos que, a pesar de todo, bullían en lo más hondo de su ser.”


6 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page