top of page
Buscar

Positivismo tóxico



“Hay que estar bien”, “hay que buscar el lado positivo de las cosas”, “no hay mal que por bien no venga” y un etcétera de frases positivas cómo estas nos han alentado a continuar adelante sin sentirnos atrapados en un pozo negro. Gracias a muchas de estas y a lo más importante: personas de carne y hueso que apoyan a la víctima en cuestión, los humanos hemos “tirado para adelante” en infinidad de situaciones incómodas.


No obstante, y especialmente después de la pandemia, tanto las redes sociales como la vida real están intoxicadas de este “amor propio” infinito donde le hacen creer al lector que tiene que ser un superhumano. Gente, que ni se quieren a ellos mismos, vendiendo cursos de amor propio a los demás a unas cantidades ridículas. Otros, que te venden planes nutricionales que te cambiarán la vida prometiéndote que estarás más saludable que nunca y, me gustaría ver por un agujerito su lealtad a los hábitos alimenticios. Y lo mejor, “sanadores” o chamanes que en lugar de ofrecerte un precio por un servicio, te invitan a que pagues una donación, haciéndote pensar que es un acto voluntario. Sería bueno que leyeran en el diccionario la diferencia entre ambas definiciones. La RAE define precio como «contraprestación dineraria» y donación como «acción y efecto de donar» y donar es «ceder voluntariamente». Sin embargo, esta gente que te ofrece un servicio y te recomienda una donación exagerada, están insultando la palabra voluntariamente, ya que si no pagas, no recibes el servicio. En términos de lingüística, me molesta.


Sí, me molesta, y está bien. Que no todo es ‘jauja’, flores rosas y brilli brilli de colores. Especialmente me incomoda en el ámbito de la salud. Una de las máximas preocupaciones de la humanidad últimamente: estar sano, física y espiritualmente. Seguramente muchas personas han estudiado mucho para impartir estos conocimientos y por tanto, se pagan. Claro, lo entiendo, lo respeto y lo apoyo. Yo soy profesora de vocación y también recibo dinero en intercambio por mis conocimientos lingüísticos, obviamente de algo hay que vivir y qué mejor que hacerlo de aquello que te apasiona. Sin embargo, otra gran cantidad de personas, lo único que han hecho es abrirse una cuenta de instagram y vender o esperar donaciones por un “servicio” que tanta gente está buscando y que, sin embargo, no es de calidad. Aunque me moleste que esto exista, más me molesta que haya gente que se lo crea o contribuya en el éxito de eso, alimentando así, el poder de ese positivismo tóxico donde te hacen sentir que “tienes que estar bien o si no estás fallando”.


Somos humanos y podemos ser superhumanos, pero no en todas las circunstancias de la vida. Nos equivocamos, fallamos y a veces no conseguimos nuestros objetivos, pero no por eso hay que fustigarse. A veces, no somos nosotros los sujetos sino los demás: nos hieren, nos atacan, nos decepcionan, nos traicionan, pero no por eso tenemos que preguntarnos qué hemos hecho mal. El mundo puede llegar a estar muy jodido y por ende, muchos de sus habitantes.


También, el mundo a veces es injusto, como cuando se lleva a personas sin previo aviso. Recientemente en el cielo viven dos padres más: Pepe y Dani. El primero, que durante toda su vida luchó por sacar a su familia adelante de la mejor manera posible, se fue dejando huella y por supuesto un bonito recuerdo y admiración de sus seres más queridos. Yo lo voy a recordar paseando al Bucefalo feliz y tranquilamente. El segundo, te miraba con esos ojos azules como el cielo que te penetraban para darte un consejo o un comentario de esos que te hacían pensar. Vivió sus días meditando y venerando que la vida es sencilla y que nos la complicamos demasiado. Yo lo voy a recordar con admiración del ritmo de vida que llevó. Un abrazo para mis amigas Ana (Cuca) y Paula (Michiru), que recientemente han perdido a un pilar fundamental en sus vidas: sus papás.


Así que, la vida es corta. Es un suspiro. Vamos a permitirnos disfrutar de lo bonito y llorar lo incómodo. Vamos a buscar soluciones a los problemas, sin hundirnos en ellos, pero permitiéndonos estar mal si amerita. Vamos a ser realistas que nos están vendiendo un positivismo irreal y entonces vamos a sentir que nos estamos fallando a nosotros mismos. Vamos a aceptar que muchos otros tienen veneno en las venas, y en lugar de rabia, vamos a tenerles pena. Vamos a ponernos límite a los días grises y disfrutar de aquellos más coloridos.

Y tú, que me estás leyendo, seguro que lo estás haciendo genial. No te compares con nadie, no te hagas autosabotaje si algo no te está saliendo bien, tal vez no es tu momento, tal vez eso no sea para tí. Escúchate. Valora a la gente que te ayuda, que te cuida, que se preocupa por ti, porque las necesitamos. Necesitamos a las personas. Pero las buenas, aléjate de las malas. No les desees nada malo, solamente ten pena ajena.


103 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page